Jutba pronunciada en Sevilla, en la llamada "Mezquita de los Andaluces", el 8 de abril de 2011

1ª Parte: Sobre el du'a

لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ الْعَظيمُ الْحَليمُ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ رَبُّ الْعَرْشِ الْكَريمُ اَلْحَمْدُ للهِ رَبِّ الْعالَمينَ

la ilaha illal lahu al‘athimul halimu la ilaha illal lahu rabbul ‘arshil karimul hamdu lillahi rabbil ‘alamin

No hay divinidad sino Allah, el Infinito, Prudentísimo. No hay divinidad sino Allah, Señor del Trono Glorioso. Alabado sea Allah, Señor de los universos.

اَلْحَمْدُ للهِ الاَوَّلِ قَبْلَ الاِنْشاءِ وَالاِحْياء

alhamdu lillahil auuali qabla l'insha'i ual ihia'i ual 'ajiri ba'da fana'il ashia'i

Alabado sea Allah, el Primero anterior a la creación del universo y los seres vivos y el Último luego de la desaparición de todas las cosas.

اَلْحَمْدُ للهِ الَّذى لَمْ يُشْهِدْ اَحَداً حينَ فَطَرَ السَّمواتِ وَالاَرْضَ

alhamdul lil lahil ladhi lam iushhid ahadan hina fataras samauati ual arda

Alabado sea Allah, aquel que no tuvo testigos cuando creó los cielos y la tierra

وَلاَاتَّخَذَ مُعيناً حينَ بَرَأ النَّسَماتِ

ua lat tajadha mu'inan hina bara'an nasamati

y no necesitó ayudante cuando creó los seres.

للّـهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّـدٍ وَآلِ مُحَمَّـد

allahumma salli 'ala muhammadin ua ali muhammadin

Allahumma Bendice a Muhammad y a la Familia de Muhammad

وَصَلَّى اللهُ عَلَى رَسُولِهِ، والأَئِمَّةِ الْمَيامِينَ مِنْ آلِهِ

ua sallallahu 'ala rasulihi ual a'immatil maiamina min alihi

y que Allah Bendiga a Su Mensajero y a los santos Imames de su Familia,

وَسَلَّمَ تَسْـلِيمًا كَثِيـرًا

ua sallama tasliman kaziran

y les otorgue abundante Paz.

صَلَّى اللّهُ عَلَيْهِمْ أَجْمَعِينَ، وَلَعَنَ اللّهُ أَعْداءَ اللّهِ ظالِمِيهِمْ مِنَ الاَ وَّلِينَ وَالاَخِرِينَ

sallal lahu 'alaihim ayma'ina ua la'anal lahu a'da'al lahi thalimihim minal auualina ual ajirina

Allah os bendiga a todos y maldiga a vuestros enemigos.

* * *

AS SALAMU ‘ALAIKUM

وَقَالَ رَبُّكُمُ ادْعُونِي أَسْتَجِبْ لَكُمْ

Ua qala rabbukumu: ud’uunii astayib lakum

«Y vuestro Señor dice: “Invocadme y Yo os contestaré...”»

(Corán, 40:60)

No es extraño que dentro del Islam puedan encontrarse opiniones divergentes, e incluso opuestas, sobre un mismo asunto por diferentes motivos en los que no voy a entrar ahora. Sin embargo, no hace mucho, escuchando una de las charlas que se dan en esta casa los viernes por la noche, me llamó la atención una de las sentencias del “Kitab Al-Hikam” de Ahmad Ibn Ata’Illah, la 20, en cuyo comienzo refiriéndose a Allah (SWT) viene a decir “Pedirle algo es pensar mal de Él” y en cuya explicación, me pareció entender que Ibn Ayiba venía a negar la validez del du'a considerándolo una especie de asociación, al pensar que el suplicante, al pedir a Allah (SWT), ponía en duda el Decreto divino.

Sin embargo, todas las escuelas y corrientes islámicas avalan la importancia de la súplica como forma de adoración. Sobre esto, sobre la súplica en el Islam, es sobre lo que quisiera hablar en este primer jutba.

Por du'a entendemos pedir a Allah (SWT), rogarle. Es un acto de devoción de gran valor y mérito. Son muchos los versos del Corán y las tradiciones que hacen hincapié en la necesidad del creyente de dirigirse su Creador para que la relación entre Allah y sus siervos sea más firme. Y una de las formas de dirigirse a Allah, si no la más importante, es la súplica, el du'a .

El propósito principal de la súplica no es pedir favores. La súplica es la expresión viva de la eterna necesidad de Allah para el ser humano en todos los asuntos de su vida. Es un medio por que el creyente se mantiene en contacto con el Creador, por el que se acerca al Todopoderoso. Es un medio por el que el creyente se percata de su insignificancia ante Allah y su dependencia de Él, para que de esta forma frene su ego y su vanidad, aumente su fe, sea humilde, aumente su piedad, sea sumiso, agradecido y temeroso, pero esperanzado al mismo tiempo.

La súplica expande el corazón del creyente, alivia sus preocupaciones, elimina su angustia y le facilita sus asuntos. Nuestra necesidad de súplica se encuentra en nuestra necesidad de expresar nuestra fe en Allah, asegurando una poderosa firmeza dentro de nuestras almas.

No hay que pensar que el du'a está restringido a los momentos de zozobra del creyente, ni debe convertirse en una especie de droga con la que el hombre se olvide del mundo y sus obligaciones en esta vida, dedicándose sólo a adorar a Allah (SWT), sino que hay que considerarlo como una preparación del alma y el cuerpo para actuar con el Poder de Allah y con Su Guía.

La súplica incluso es una obligación para el ser humano. Dice Allah (SWT) en el Sagrado Corán:

قُلْ مَا يَعْبَأُ بِكُمْ رَبِّي لَوْلا دُعَاؤُكُمْ

Qul ma ia’bau bikum rabbii laula du'aukum

«Di: ¡Mi Señor no os prestará atención si no le suplicáis!...»

(Corán, 25:77)

Esto demuestra la importancia de la súplica como forma de relación entre los siervos y su Señor y demuestra que el du'a es una manera ordenada por Allah (SWT) para que la gente se relacione con él, sin que el hacerlo constituya ninguna desobediencia o rebeldía hacia el decreto que Allah nos imponga.

El Corán no sólo nos exhorta a que supliquemos a Allah (SWT), sino que en el mismo Libro podemos encontrar muchas aleyas que en sí mismas son du'as. Estas súplicas que aparecen en el Sagrado Corán son, por lo general, breves ruegos que podemos utilizar en todo momento y algunos de ellos incluso se emplean en el propio salat.

También en las tradiciones encontramos muchas referencias a la súplica. El Profeta (PBd) ha dicho:

“La súplica es el arma del creyente, es pilar de la religión y es luz de los cielos y de la tierra”.

(“Al-Kafi”, tomo II, capítulo Ad-du'a , pág 214)

También se ha narrado que el Profeta (PBd) en cierta ocasión preguntó a sus compañeros:

“¿Queréis que os dirija a un arma que os rescatará de vuestros enemigos y que hará abundante vuestro sustento?” Dijeron: “Sí”. El Profeta respondió: “Rueguen de noche y de día, porque el arma del creyente es el du'a ”.

(“Bihár”, tomo XCIII, pág. 291)

En el mismo sentido el Imam Ar-Rida (P) dijo:

“Es vuestro deber tomar el arma de los Profetas”. Entonces le preguntaron: “¿Cuál es el arma de los Profetas?”. El Imam respondió: “El du'a ”.

(“Al-Kafi”, tomo IV, pág. 216).

El Profeta Muhammad (PBd) también dijo:

“La súplica es el intelecto de la adoración”.

(“Bihár”, tomo XCIII, pág. 300)

Imam ‘Ali (P), la puerta de la ciudad del conocimiento, dijo:

“Defiéndanse de las olas de aflicciones y calamidades con el du'a ”.

(“Nahyul Balagah”)

En la carta/testamento a su hijo, el Imam Hasan (P), el Imam ‘Ali le escribió:

“Cuando lo invoques (a Allah), Te escuchará. Él acepta tus ruegos cuando le reces. Implórale para que te conceda los deseos de tu corazón. Cuéntale acerca de todas las calamidades que te han sobrevenido, los infortunios que enfrentas y suplica por Su Ayuda para superarlos. ¡Invoca Su Ayuda y Apoyo en las dificultades y aflicciones! Implórale para que te conceda larga vida y buena salud.

Rézale a Él por la prosperidad y requiere de Él los favores y dones que nadie sino Él puede conceder y adjudicar. Piénsalo bien. Por el simple hecho de concederte el privilegio de rezar por Sus Favores y Mercedes, Él te ha entregado las llaves de Sus tesoros y dichas”.

(“Nahyul Balagah”)

Citemos también un dicho del Imam Al-Baqir (P) sobre la súplica. Dijo el Imam a uno de sus discípulos:

“¿Quieres que te hable de aquello que contiene la curación de todas las enfermedades y desesperanzas?” Respondió el discípulo: “Sí”. Entonces el Imam dijo: “El du'a ”.

Por supuesto que cada uno puede invocar a Allah a través de las palabras que le dicte su corazón dependiendo su necesidad o situación, pero los du'as transmitidos por los Profetas, Imames o sabios, tienen su origen en la sabiduría divina y nos ayudan a alcanzar de mejor manera aquello que invocamos o deseamos que Allah nos otorgue. Tenemos que tener presente que las súplicas que han dirigido a Allah los Profetas y los Imames son muy elevadas y encierran grandes enseñanzas y beneficios.

En sus súplicas, los miembros de la Casa del Profeta (P) se han ocupado de todos las situaciones prácticas que pueden plantearse a un ser humano, sus preocupaciones, sus problemas y las causas que los provocan, conectando armónicamente lo espiritual y lo material.

Estas súplicas enseñan la mejor conducta para el creyente. Contienen la síntesis de la enseñanza religiosa y educativa para el ser humano y la sustancia de la creencia islámica, constituyendo verdaderas llaves para las puertas que conducen a la sabiduría, la piedad, el conocimiento y el amor a Allah (SWT). Entre ellas podemos citar el du'a Yaushan Kabir, narrado del Profeta Muhammad (PBd), o el du'a Kumail, narrado de Imam ‘Ali (P), o el du'a de Arafat, narrado de Imam Husain (P), o el du'a Makarimul Ajlaq narrado de Imam Zain al Abidín (P), o el du'a Ahad narrado de imam Ya’far (P), o el du'a Iftitah narrado de Imam Mahdi (P), o tantos y tantos otros que podemos encontrar en los libros transmitidos.

Estos du'as, por su lenguaje, pueden dividirse en dos grupos:

En primer lugar están los que describen los Atributos divinos, que a su vez pueden desarrollar Atributos específicos de Allah como Su Unicidad, Su Poder o Su Conocimiento, o también señalar atributos que no sólo pertenecen a Allah, sino que los siervos también son capaces de poseer, como el perdón, la generosidad o la fidelidad.

En segundo lugar encontramos los que estrictamente ruegan a Allah, los cuales a su vez también pueden ser de dos tipos, los que piden objetivos materiales como el bienestar o la salud, y los que piden por objetivos espirituales como el buen carácter o la piedad.

En cuanto al contexto del du'a , en el momento de entregarnos a la súplica debemos tener en cuenta una serie de condiciones para que nuestro ruego sea escuchado. Debemos tener claro que a Quien rogamos es a Allah (SWT) y acercarnos a la súplica con sinceridad y humildad, dejando de lado cualquier actitud ritualista, y pedir por metas elevadas y no por asuntos banales.

Debemos comenzar nuestra súplica con el Nombre de Allah, pues todo lo que no comience con este nombre no obtendrá el resultado deseado. Debemos elogiar y alabar a Allah (SWT) y pedir bendiciones para el Profeta y su Familia al comienzo de la súplica.

Igualmente, antes de comenzar la súplica, debemos confesar a Allah nuestras faltas y pedir perdón por ellas. Debemos realizar dos rakaats y luego iniciar nuestro du'a y si Allah quiere nuestro pedido nos será concedido.

Y aunque esto escandalice a los wahabo-sálafis fagocitadores del Islam contemporáneo, Allah ha otorgado a algunas de Sus elevadas criaturas la capacidad de interceder por aquellos siervos cuyas obras no son suficientes para alcanzar los favores especiales de Allah o Sus perdones. El permiso de Allah para la intercesión fue concedido de manera genérica a los Profetas, a los sabios y a los mártires, y por encima de todos ellos al Profeta Muhammad (PBd) y a su Purificada Familia (P). Por ello, también podemos pedir a Allah a través de intercesión del Profeta y su descendencia.

Cuando pidamos por asuntos particulares, no debemos quedarnos en la simple petición y abandonarnos a la espera de su concesión sin hacer nada, sino que además de pedir la ayuda de Allah (SWT) en la consecución de ese asunto, nosotros también debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano por conseguirlo.

La recompensa de las súplicas está garantizada y aunque algunas veces podamos pensar que Allah no ha respondido a nuestros du'as, esto puede deberse a varias razones:

Puede ser porque la concesión de los ruegos depende del verdadero propósito e intención de quien los implora, y tal vez los nuestros no fueran adecuados.

Algunas veces los ruegos son denegados porque Allah Misericordioso quiere que recibamos una mayor recompensa, soportando pacientemente calamidades y sufrimientos, creyendo, no obstante, en Su Ayuda.

Otras veces nuestros ruegos son rechazados y con ello Allah (SWT) nos beneficia, porque muchas veces, de manera inconsciente, pedimos cosas que realmente son dañinas para nosotros. Si esas peticiones fuesen concedidas nos harían más mal que bien y podrían incluso llevarnos a la condenación.

Y aun cuando pensemos que nuestras súplicas han sido rechazadas, sin aparentemente deberse a nada de lo anterior, Allah (SWT) nos concederá posteriormente una recompensa mucho mayor de la que pedimos, produciendo tal beneficio con su entrega como nunca pudiéramos haberlo imaginado.

Habría que añadir el mérito que tiene pedir en los du'as no por nosotros, sino por otros hermanos, alcanzando de este modo la súplica un altruismo absoluto que muestra en el creyente la profunda preocupación por el bienestar de los demás, una preocupación lo suficientemente grande como para superar la preocupación por su propio bienestar.

Por ello hermanos, os exhorto a que os acerquéis al du'a como forma sublime de dikr.

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UAL ‘ASR...

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2ª Parte: Sobre las revueltas árabes

اَللّـهُمَّ اِنّي اَفْتَتِحُ الثَّناءَ بِحَمْدِكَ، وَاَنْتَ مُسَدِّدٌ لِلصَّوابِ بِمَّنِكَ، وَاَيْقَنْتُ اَنَّكَ اَنْتَ اَرْحَمُ الرّاحِمينَ في مَوْضِعِ الْعَفْوِ وَالرَّحْمَةِ، وَاَشَدُّ الْمُعاقِبينَ في مَوْضِعِ النَّكالِ وَالنَّقِمَةِ، وَاَعْظَمُ الْمُتَجَبِّرِينَ في مَوْضِعِ الْكِبْرياءِ وَالْعَظَمَةِ،

Allahumma ini aftatihu attana’a bihamdika. Ua anta musaddidu lissauaabi bimmanika. Ua aiqantu Annaba anta arhamu al rahimin fi mauadhi’i al ‘afui ual rahmati. Ua ashaddu al mu’aquibin fi mauadhi’i annakaali ua annaqimati. Ua a’thamu almutayabbirin fi mauadhi’i alkibria’i ua al’athamati.

¡Allahumma!, comienzo el elogio con Tu alabanza, pues eres Tú quien conduce infaliblemente y por Tu Gracia, hacia la verdad, y porque he llegado al convencimiento de que Tú eres el más Clemente de los clementes cuando se trata del Perdón y la Misericordia. El más firme de los que castigan, cuando se trata del Castigo y de la Venganza. Y el más Grande de los grandes, cuando se trata de la Gloria y la Majestad.

اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد عَبْدِكَ وَرَسُولِكَ، وَاَمينِكَ، وَصَفِيِّكَ، وَحَبيبِكَ، وَخِيَرَتِكَ مَنْ خَلْقِكَ، وَحافِظِ سِرِّكَ، وَمُبَلِّغِ رِسالاتِكَ

Allahumma salli ‘ala muhammad ‘adika ua rasulika. Ua aminika. Ua safiika. Ua habibiika. Ua jiaratika min jalqika. Ua hafithisirrika. Ua muballigi risalatika.

¡Allahumma!, Bendice a Muhammad Tu siervo y Tu Profeta, Tu confidente, Tu elegido, Tu bien amado y la mejor de Tus criaturas, el guardián de Tu secreto, el que comunica Tus mensajes.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى عَليٍّ اَميرِ الْمُؤْمِنينَ، وَوَصِيِّ رَسُولِ رَبِّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ‘aliin amir al mu’minin. Ua uasii rasuli rabbi al ‘alamin.

¡Allahumma!, Bendice también a Tu servidor ‘Ali, ‘Amir al mu’minin, heredero del Mensajero del Señor de los Mundos.

وَصَلِّ عَلَى الصِّدّيقَةِ الطّاهِرَةِ فاطِمَةَ سَيِّدَةِ نِساءِ الْعالَمينَ

Ua salli ‘ala assiddiqati at tahirati fatima saiidati nisa’i al ‘alamin.

Bendice también a la Verídica y Pura Fatimat az Zahra, Señora de las mujeres del universo.

وَصَلِّ عَلى سِبْطَيِ الرَّحْمَةِ وَاِمامَيِ الْهُدى، الْحَسَنِ وَالْحُسَيْنِ سَيِّدَيْ شَبابِ اَهْلِ الْجَّنَةِ

Ua salli ‘ala sibtai alrrahmati ua imaamai alhuda. Al hasan ual husain saidai shabaabi ahlil yannati.

Bendice también a los dos niños de la Misericordia, los dos Imames del Camino Recto, Hasan y Husein, Señores de los jóvenes del Paraíso.

وَصَلِّ عَلى اَئِمَّةِ الْمُسْلِمينَ، عَلِيِّ بْنِ الْحُسَيْنِ، وَمُحَمَّدِ ابْنِ عَلِيٍّ، وَجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد، وَمُوسَى بْنِ جَعْفَر، وَعَلِيِّ بْنِ مُوسى، وَمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ، وَعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد، وَالْحَسَنِ بْنِ عَلِىٍّ، وَالْخَلَفِ الْهادي الْمَهْدِيِّ، حُجَجِكَ عَلى عِبادِكَ، وَاُمَنائِكَ في بِلادِكَ صَلَاةً كَثيرَةً دائِمَةً

Ua salli ‘ala aimmati al muslimin. ‘ali ibn alhusain, Ua muhammad ibn ‘ali, ua ya’far ibn muhammad, Ua musa ibn ya’far. Ua ‘ali ibn musa. Ua muhammad ibn ‘ali. Ua ‘ali ibn muhammad. Ua Hasan ibn ‘ali. Ua aljalafi alhadi al mahdii. Huyayika ‘ala ‘ibadika. Ua umana’ika fi biladika salaatan kaziratan da’imata.

Bendice también a los Imames de los musulmanes: ‘Ali Ibn al Husein, Muhammad al Baqir, Ya’afar as Sadiq, Musa al Kazim, ‘Ali ar Ridha, Muhammad al Yauad, ‘Ali al Hadi, al Hasan al Askari y el Sucesor. Son Tus evidencias para Tus siervos y Tus confidentes en Tu nación (la tierra). Bendícelos, mucho y siempre.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى وَلِىِّ اَمْرِكَ الْقائِمِ الْمُؤَمَّلِ، وَالْعَدْلِ الْمُنْتَظَرِ، وَحُفَّهُ بِمَلائِكَتِكَ الْمُقَرَّبينَ، وَاَيِّدْهُ بِرُوحِ الْقُدُسِ يا رَبَّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ualii amrika alqa’imi almu’ammali. Ua al’dli almuntathari. Ua huqqahu bimala’ikatika almuqarrabin. Ua aiidhu biruhi alqudusi ia rabba al’alamin.

¡Allahumma!, Bendice igualmente al Tutor de Tu Orden (precepto), al Qa’im, el Levantador esperado y el Justo esperado. Rodéalo de Tus ángeles, los más próximos a Tu Gloria y sostenlo por el Espíritu Santo, ¡oh, Señor de los Mundos!.

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Hermanos, temamos a Allah con el temor de los esperanzados, afirmémonos en el Islam y aferrémonos al asidero más firme.

Seguramente pocos pudieron imaginar cuando les llegó la noticia de que un joven tunecino, Muhammad Buazizi, harto de humillación, desesperanza e injusticia, decidió protestar contra esa situación de la manera más radical que un ser humano puede hacerlo, con su propia vida, quemándose, que esas llamas pudieran prender hasta el punto de hacer caer en pocos días al régimen que le sojuzgó durante años a él y a otros tantos como él.

Menos aún pudieron pensar que esas llamas seguirían extendiéndose hasta prender en otros muchos rincones donde la humillación, la desesperanza y la injusticia no son menores que las que oprimieron a Buazizi. Así hemos podido ver como las chispas de ese incendio han saltado a casi todos los rincones del norte de África y Oriente Próximo.

Las llamas devoraron rápidamente al régimen tunecino. La sorpresa, sin duda, contribuyó a esa voracidad. De Túnez las chispas saltaron a Egipto y el incendio comenzó; ahí la sorpresa ya no existía. Egipto es un gran bosque para la política americano-sionista, es el guardián de la seguridad del ente sionista de Israel, no podía permitirse su caída en manos dudosas.

Por otra parte, el régimen egipcio llevaba meses con tensiones internas entre Hosni Mubarak que quería legar Egipto a su hijo Gamal, y los militares, auténticos detentadores del régimen, que no aceptaban este deseo de Mubarak entre otras cosas porque Gamal no es militar.

Las Fuerzas Armadas egipcias jugaron sus cartas con maestría, han sido capaces de cambiarlo todo -realmente prácticamente sólo a Mubarak- para que nada cambie. La población se siente satisfecha, los americanos y los sionistas aliviados y, además de asegurarse continuar con el control del régimen con los mínimos matices cosméticos necesarios, su imagen pública ha salido reforzada.

En Yemen, Libia, o Bahrein las chispas también prendieron con fuerza pero con desigual resultado.

En Libia han desembocado en una extraña guerra civil y una no menos extraña intervención internacional de la que aún no sabemos que resultará.

Por el contrario en Bahrein, fundamental aliado de los EE.UU., los mismos que se han rasgado las vestiduras por la brutalidad de los crímenes del régimen de Qaddafi, han propiciado, amparado y encubierto una cruel represión a sangre y fuego, con ocupación militar extranjera incluida, contra quienes, de la manera más pacífica y ordenada que se ha visto en la zona hasta el momento, no exigían más que una mínimas reformas democráticas que ni tan siquiera cuestionaban la legitimidad de la absolutamente ilegítima monarquía reinante. Tras la visita al reino del Secretario de Estado de Defensa norteamericano, Robert Gates, sangre, pólvora y silencio fue la receta.

La situación de Yemen, también incierta hasta el momento, donde la represión interna ha sido mucho más cruel que la habida en Libia antes del inicio de la guerra civil, tampoco parece despertar el interés del humanitario occidente por su población oprimida, y seguramente no será casualidad que el régimen gobernante en Yemen sea otro fiel aliado de los EE.UU. en la zona. Mientras se encuentra una solución “aceptable”, ya que una solución a la egipcia no parece poder darse pues las Fuerzas Armadas yemeníes, a diferencia de las egipcias, no se presentan como una institución monolítica y con una postura única, las protestas populares continúan y con ellas las muertes e incluso las matanzas, así cómo también la ausencia de solidaridad con esa población.

Y mientras tanto la alianza americano-sionista intentó sacar ganancia de este revuelto río y pretendió, sin éxito, reactivar una de esas revoluciones de colores que a través de la CIA, la Fundación Soros, la organización USAID, o el National Edowment for Democracy, fomentaron en la primera década de este siglo para acabar con gobiernos poco amigos, especialmente -aunque no sólo- en países independizados de la antigua Unión Soviética. La República Islámica de Irán sigue mostrándose como un hueso duro de roer para esta coalición “libertaria”, y esa revolución, la verde la llaman ellos, a pesar de todo el apoyo político-mediático del que por supuesto no dispondrán los manifestantes bahreiníes ni yemeníes, ni jordanos ni marroquíes si finalmente allí la llama revolucionaria también prendiera, ha tenido aún menos gas que cuando se planificó originariamente en el año 2009.

Y tal vez porque esto falló, hace un par de semanas irrumpió una nueva pieza en este ajedrez, una pieza fundamental, la única capaz de cambiar la situación de todo el tablero, la auténtica reina, Siria.

Unas protestas de dudoso origen, unas armas que disparan sin saberse quien las empuña, unos muertos fundamentales, una información premeditadamente manipulada como ha tenido que reconocer el corresponsal de la agencia británica Reuters, Jaled Yacub Oweis, quien ofreció unas imágenes de la supuesta rebelión Siria que en realidad fueron tomadas en Egipto, como aquel cormorán embetunado que por arte de birlibirloque se trasladó de Alaska a Iraq en plena Guerra del Golfo, son los pedernales con los que se ha pretendido lanzar la chispa que prenda en una población, como la siria, que posiblemente tenga también sus propios motivos de queja.

Pero es muy difícil creer en la espontaneidad de este caso, máxime cuando hace unos días se conoció que una célula del Mossad actuaba desde el norte de Iraq, donde esta organización campa a sus anchas especialmente en el Kurdistán, para promover disturbios internos en Siria, o que una reciente convocatoria vía SMS y correo electrónico para realizar manifestaciones antigubernamentales en Siria ha tenido su origen en Israel.

Esto hace recordar el desmantelamiento en Líbano, a finales de 2010, de la red de espías a servicio del ente sionista que tenían controlada la totalidad de la red de telefonía móvil libanesa, con ramificaciones también en Siria, y la pertinaz campaña que los cómplices de Israel en el Líbano, la denominada Alianza del 14 de Marzo encabezada por Saad Hariri y el criminal de guerra Samir Geagea, llevaron a cabo en 2008 para intentar impedir que la Resistencia mantuviera su propia red de comunicaciones, esta sí por cable y no controlada por Israel, la cual fue una de las armas decisivas del triunfo de la Resistencia contra los sionistas en la guerra de 2006.

El beneficiario inmediato de un posible cambio de sistema en Siria es el ente sionista de Israel, pues sin duda cualquier nuevo régimen dejaría de mantener las relaciones que el actual tiene con la resistencia antisionista, principalmente con Hizbullah, con Hamas y con otros grupos palestinos, así como con la República Islámica de Irán, todos ellos los mayores enemigos del ente sionista.

Que la chispa provocada pudiera prender en el pasto sirio sería la mejor de las noticias para la coalición americano-sionista, pero Siria no es Túnez ni Egipto, ni mucho menos Libia.

Siria es la puerta del control de Oriente Próximo, y al igual que hay muchos interesados en poder derribarla, también los hay empeñados en mantener a estos lobos alejados de esa puerta. La Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha asegurado que los EE.UU. no planean intervenir en Siria, pero no es porque no quisieran, sino porque no pueden, porque saben que atacar a Siria no saldría gratis como sí lo es atacar a Libia. Atacar a Siria implicaría una inmediata guerra, cuanto menos regional desde Palestina hasta Irán, de la que seguramente el hijo putativo de los EE.UU., el ente sionista de Israel, no saldría bien parado, y este es un precio que hay que sopesar mucho antes de lanzarse a una aventura incierta.

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Hermanos, pido el perdón de Allah y Su Indulgencia de para mí y para vosotros, y pido por el perdón de mis pecados y los vuestros.

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KUL HUA...

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Allahumma otorga alegría a los habitantes de las tumbas.

Allahumma enriquece a todo pobre.

Allahumma sacia a todo hambriento.

Allahumma viste a todos los desnudos.

Allahumma salda la deuda de todo deudor.

Allahumma consuela a todos los entristecidos.

Allahumma retorna a todos los extraviados.

Allahumma libra a todo prisionero.

Allahumma soluciona todos los problemas de los musulmanes.

Allahumma da curación a todos los enfermos.

Allahumma pon fin a nuestra pobreza con Tu opulencia.

Allahumma cambia nuestro mal estado con Tu buen estado.

Allahumma mantennos firmes en Tu camino, y pretéjenos de la negligencia en el cumplimiento de nuestros deberes hacia Ti.

Allahumma lo que Tú nos has hecho saber de la Verdad, háznoslo aplicar y lo que de la Verdad se nos ha escapado indícanoslo.

Allahumma protege a todos nuestros hermanos victimas de la opresión en Bahrein, Yemen y en cualquier otro lugar y concédeles la victoria sobre sus gobernantes injustos y sobre los amos de estos.

Allahumma, Apresura la reaparición de nuestro maestro, Imam az Zamaan, Al Mahdi (P), que nuestras almas y las de todos en el universo se sacrifiquen por él, e inclúyenos entre sus ayudantes y soldados. Y si entre él y nosotros se interpusiera la muerte, exhúmanos de nuestras tumbas envueltos en nuestras mortajas, desenvainando nuestras espadas en respuesta a la llamada de aquél que convocará a las gentes. Aamiim.

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Jutba pronunciada por el Presidente de la Comunidad Islámica Duodecimana Baiatullah, Mikail Alvarez Ruiz